jueves, 15 de septiembre de 2011

Tres poemas tres de Luis Alberto de Cuenca

Conversación

Cada vez que te hablo, otras palabras
escapan de mi boca, otras palabras.
No son mías. Proceden de otro sitio.
Me muerden en la lengua. Me hacen daño.
Tienen, como las lanzas de los héroes,
doble filo, y los labios se me rompen
a su contacto, y cada vez que surgen
de dentro -o de muy lejos, o de nunca-,
me fluye de la boca un hilo tibio
de sangre que resbala por mi cuerpo.
Cada vez que te hablo, otras palabras
hablan por mí, como si ya no hubiese
nada mío en el mundo, nada mío
en el agotamiento interminable
de amarte y de sentirme desamado.
      De La caja de plata, 1985
 
El desayuno

Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno»

      De El hacha y la rosa, 1993
 
Cómo te defiendes de mí

Cómo te defiendes de mí.
Cómo resistes,
desde la torre de la ausencia,
agitando el pañuelo para siempre,
sin forma ni color,
humo tan sólo,
aérea y rígida en tu nube,
diciendo adiós al mundo y a mis brazos,
muerta y levísima.
Cómo te defiendes de mí.
Cómo, al fin, me derrotas
y me sepultas, también a mí,
en la tumba sin flores del olvido,
donde mis huesos no conozcan
la senda de tu cobardía.
      De Necrofilia, 1983
 
Luis Alberto de Cuenca
Poeta, traductor y ensayista español,Madrid, 1950.
Interrumpió los estudios de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid para licenciarse en Filología Clásica. Fue director de la Biblioteca Nacional y Secretario de Cultura del gobierno español, obtuvo el Premio de la Crítica con La caja de plata, en 1985, y el Premio Nacional de Traducción con el Cantar de Valtario, en 1987.
Más obras poéticas: Los retratos, 1971; Elsinore, 1972; Scholia, 1978; Necrofilia, 1983; El otro sueño, 1987, y El hacha y la rosa, 1993. Sin miedo ni esperanza recoge, en seis partes, sesenta poemas escritos entre 1996 y 2002. Su poesía completa hasta 1996 está contenida en Los mundos y los días.

¡Dulce jueves!
http://dulcejueves.blogspot.com/

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